Este verano, Blanca Pariente (profesora de Primaria), decidió hacer voluntariado en Perú, en el colegio de la Aldea del Niño con la Fundación Albihar de Granada.
Allí descubrió un lugar donde necesitaban apoyo y motivación para continuar la gran labor que realizan: formar a niños y niñas desde infantil a bachillerato basándose en 3 pilares fundamentales: oración, trabajo y esfuerzo. Compartió con ellos ideas educativas y entre ellas las Houses, sistema que emocionó y encantó a la Aldea.
Los alumnos de la Aldea del Niño encuentran en su colegio un refugio y personas que les guían a descubrir su misión en la vida, su vocación. En una cultura donde se fomenta el matrimonio temprano y el consumo del masato así como hábitos saludables escasos o la falta de educación y formación académica, el colegio les presenta un abanico de posibilidades: trabajo, formar una familia, volver a la selva, seguir formándose.
El objetivo principal de estos educadores es preparar a sus alumnos para el futuro: formar a hombres y mujeres buenos y trabajadores con capacidad y conocimiento para tomar decisiones.
La Aldea del Niño es una institución educativa sin ánimo de lucro en Mazamari (Satipo, región de Junín), Perú. Fue fundada en 2001 para acoger a niños huérfanos y familias con pocos recursos económicos, proyecto impulsado por el sacerdote franciscano de Valencia, Padre Joaquín Ferrer.
El colegio cuenta con 40 docentes siendo la directora la Madre Carmen y el subdirector Hugo. Están matriculados unos 700 alumnos, de los cuales algunos actualmente son huérfanos, otros residen en el colegio por la larga distancia a sus casa (sus comunidades están en la selva) y algunos otros son estudiantes que viven en los alrededores.