“Bienvenidos todos a esta fiesta del esfuerzo, la ilusión y el equipo”, con estas palabras comenzaba Serena, alumna de Bachillerato, su discurso de Graduación, junto con su compañero Jorge.
No faltaron las palabras de reconocimiento y agradecimiento de los alumnos en su discurso para sus profesores, sus compañeros, y cómo no, a sus familias:
Serena: Gracias profesores, porque siempre nos habéis apoyado, impulsado y confiado en nosotros. Gracias por recorrer apasionadamente el trayecto que va desde el profesor al amigo, desde la profesión a la vocación, desde la supervivencia a la vida.
Muchas gracias a todos nuestros compañeros, durante estos años de estudio, hemos compartido juntos momentos de alegría y también de dificultades, y hoy, en este día tan especial, queremos agradeceros por haber estado ahí́ en cada uno de esos momentos.
Jorge: Todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de nuestros padres y familias. Ellos, han estado apoyándonos siempre y ayudándonos en todo. A pesar de nuestros agobios, cambios de carácter, inseguridades y discusiones, ellos siempre están a nuestro lado dándonos lo mejor de sí.
José Luis Marrero, Director del colegio, dirigió a los alumnos palabras de aliento y optimismo en su futuro:
Sois la promoción del 10º Aniversario. Siempre me impresiona mirar… y ver que hace apenas un suspiro de tiempo… aquí no había nada.
Tengo un sentimiento de orgullo de veros ya como mujeres y hombres.
He tenido la suerte de teneros como alumnos, la suerte de daros clase a prácticamente todos. Siempre digo, porque lo pienso de verdad… que soy un privilegiado de poder trabajar en este colegio.
Ser profe es ser… constructores del futuro. ¡¡¡una chulada!!!
Sois luchadores que habéis tenido que sobreponeros a muchos retos. No lo habéis tenido fácil.
No os arruguéis ante las dificultades que seguro aparecerán. No espero frialdad, no me importa que lloréis… aun siendo ya grandes y mayores. No. Lo que sí os pido es que rendirse… nunca sea una opción. Nunca.
Estáis ya preparados para ser… y actuar como adultos: aceptar responsabilidades.
Nada de pesimismos, nada de caer en desilusiones.
La gente que cambia el mundo, vosotros, es la gente que no se rinde. Eso es lo que espero de vosotros.
Sed buenos… pero mejor aún sed…. Felices.
José Martín Aguado, dio a los alumnos algunos consejos de cómo lograr una vida plena para sentirse satisfecho consigo mismo aportando a la sociedad su granito de arena.
Realiza actividades más allá de las escolares: La universidad no es sólo para ir a clase y regresar a tu casa, se trata de conocer gente y aprender cosas fuera del aula.
Empieza a leer con regularidad: No sólo te centres en temas de tu carrera o formación profesional. El que no lee, y por lo tanto no piensa en los temas importantes de la vida -que están reflejados en las líneas de los libros- la lía. La lía porque se convierte en una oveja más de un gran rebaño que piensa de la misma manera.
Mejora tu inglés: hoy, es una herramienta indispensable en nuestro día a día. tómalo como algo que te abrirá muchas puertas, tanto desde el punto de vista laboral, como de amistades.
Medita: San Juan Pablo II: “En medio de las ocupaciones humanas normales no podemos perder el contacto con Cristo… No puede haber testimonio cristiano auténtico sin contar con la fuerza de la oración, que es fuente de inspiración, de energía, de valor ante las dificultades y los obstáculos; es fuente de la perseverancia y de la capacidad de tomar iniciativas con nuevas fuerzas.”
Mantén los amigos del colegio: Haz, buenos amigos allá donde vayas a estudiar, pero mantén la llama de la amistad de los amigos del colegio.
Descubre en lo que eres bueno para dedicarte a ello: Cada uno de nosotros tenemos algo en lo que somos buenos y se nos da bien. Quédate con esta pregunta para hacértela de vez en cuando ¿Qué se me da bien y cómo podría ayudar con ello a los demás? Cuando des con la respuesta, habrás descubierto tu misión.