Piensa en la suma de conocer la asignatura, ser consciente de cómo son los alumnos a los que te vas a encontrar… y a esto le unes el atrevimiento de adelantarte al futuro cercano de tus clases. Eso es la programación, lo que consigues con un buen ejercicio de anticipar los tiempos, los recursos que vas a necesitar y la secuenciación adecuada. Así conseguirás la máxima eficacia en el proceso de aprendizaje que tus alumnos alcanzarán.