¿Qué es lo que te aportó tu paso por el colegio?
Tras mi llegada de Estados Unidos me encontré totalmente desubicada ya que estuve seis años fuera del sistema educativo español. Sentí que el colegio me acogió con los brazos abiertos y con mucho cariño ayudándome a crecer tanto académica como personalmente. Y después de ocho años me vuelven a acoger con el mismo cariño o incluso más, haciéndome sentir parte de esta familia tan grande, pero esta vez como profesora de prácticas.
¿Qué ha supuesto para ti esa etapa?
En Segundo de Bachillerato tenemos todos mucha presión sientes que se acerca el final de una etapa muy importe de tu vida, en la que tienes que tomar decisiones que determinarán en gran medida tu futuro, provocando mucho estrés e incertidumbre.
En esos momentos en los que te invade la angustia, en los que no ves el fin de curso cerca, sentí como los profesores me ayudaron a canalizar todos los pensamientos negativos y a enforcarlos de otra manera. Gracias a su trato cercano y su gran interés por los alumnos, pude llegar a desarrollar mis proyectos e ilusiones.
¿Qué es lo que más te marcó durante el transcurso de Bachillerato?
Me marcaron muchos momentos, pero hay uno en especial que todavía hoy recuerdo. En la graduación, el director del colegio, D. José Luis Marrero, pronunció un discurso muy emotivo recordando que este colegio seguiría siendo nuestra casa y que a pesar de acabar esta etapa, las puertas del mismo siempre quedarían abiertas, y ahora, tras cuatro años de la graduación lo he podido comprobar.